
En estos momentos de zozobra, incertidumbre e inseguridad, debido al coronavirus, apelamos al sentido común y al cumplimiento perseverante y riguroso por el conjunto de la sociedad, de las normas que nos transmiten las autoridades sanitarias, sobre prevención, higiene y seguridad.
Pero al mismo tiempo, es más necesario que nunca, y así se está haciendo por aquellos que hacen cabeza en nuestras empresas cooperativas, afrontar con serenidad y responsabilidad las obligaciones del cargo, y ser pacientes con los especiales quebraderos de cabeza que en estas circunstancias generan la logística, el establecimiento de protocolos de actuación y los cambios laborales, con el consiguiente esfuerzo que están suponiendo para nuestros trabajadores.
Las prioridades han cambiado de un día para otro, y si hace tan solo unos días estábamos pensando en las vacaciones de Semana Santa o en las reivindicaciones de unos precios justos para el sector agropecuario, ahora estamos centrados en el cuidado y la atención de las explotaciones ganaderas y en la producción de alimentos, para atender una demanda creciente de los consumidores.