
El proyecto LIFE Smart Fertirrigation demuestra que la fertilización orgánica puede sustituir a la mineral con más beneficios medioambientales
El proyecto europeo LIFE Smart Fertirrigation, que ha coordinado COPISO, “ha podido demostrar las tecnologías adecuadas que son capaces de transformar el purín y el digestato en un fertilizante orgánico, que puede tener dos utilidades para los agricultores. Mediante la aplicación de la fracción sólida, se ha obtenido un abonado de fondo antes de la siembra, en los cultivos cerealistas y herbáceos de secano; y la fracción líquida se ha inyectado en el sistema de regadío. El fertilizante orgánico procedente del purín, por tanto, puede reemplazar a los fertilizantes inorgánicos del mercado, con un claro beneficio medioambiental.